viernes, 30 de marzo de 2012

No tan distintos

Los tiempos modernos distorsionan realidades que supieron ser; no porque dejen de ser en sí mismas, sino que se re definen. Es así que lo que antes un tipo vestido todo de negro era un flor de roquero hoy en día no pasa de ser un emo pelotudo. En algún punto no tan lejano de eso quiero caer.

Los famosos hoy en día tienen una pseudo comunicación con su público muy distinta a la que tenían (o directamente no tenían) hace algunos años. De igual manera no podían expresarse como lo hacen hoy. Las redes sociales invaden sus mundos y ellos, que siempre estuvieron en el nuestro de alguna forma, reinventan su presencia en otros. Como cuenta de Twitter no tengo, me resulta complicado hablar más que de lo que oigo. Por ejemplo, mi hermana anduvo preguntándole a varios famosos unos números de teléfono de no se quién para la facultad (en realidad para TEA, pero simplifico). Nadie le contestó, salvo uno de CQC para decirle que no lo tenía. Ella le agradeció terriblemente el siquiera contestar. Ahora, me pregunto, ¿no te hiciste una cuenta para que otros puedan ver y opinar sobre lo que ponés? ¿Qué tanto te molesta que una pendeja venga a preguntarte una cosa tan simple como un número de teléfono para que no le puedas contestar? En fin, ella no consiguió el número, pero ahora idolatra aún más a este de CQC por buena onda. Vean cómo se puede hacer para ganarse a alguien de una manera tan fácil y simple: decís "no, no lo tengo el tel, sorry" y listo. Ni 140 caracteres te ocupa.

Un mundo más complicado es el del rock. Los viejos rockeros solamente con llamarlos así suenan a jodidos. Pero algunos tienen Twitter. Como yo no, me quedo en el Facebook, y hace bastante encontré que Nito Mestre tiene cuenta (https://www.facebook.com/nito.mestre). Para empezar, tiene de portada una foto con Paul Mccartney (http://yoportodoss.blogspot.com.ar/2010/11/es-dificil-decir-que-uno-haya.html). Ya me cayó genial eso: él tiene una foto con su ídolo. Obvio, también es el mío (y él también), así que ya empieza la identificación. De más está decir que Nito nunca tuvo pinta ni fama de jodido, duro, rockstar, ni otras yerbas. Para empezar, tiene cara de buen tipo. Pero otro costado de su vida se plasma online y es imposible filtrarlo. Yo reconozco cierta intolerancia para con el resto, parte heredada, parte desarrollada con los años, que en realidad puedo eliminar con un "igual ni me importa" y calmarme. Pero la ironía que tiene este tipo en Facebook y la dedicación que le da a la gente es sorprendente.

Mi costado semi homosexual (según diría uno de la facu) hizo que me caiga bien la serie Glee. Últimamente no la sigo por la facu, pero es tema aparte. Si uno mira las actualizaciones de las pibas de la serie (obvio que ni bola a los tipos), suben todo el tiempo cosas raras, sin apuntar a nadie, mostrándose como son (o dicen ser) y punto. El que quiere, que vaya  y mire, pero interactuar ni de pedo. Contraponiendo a Nito, no solo te contesta: si le caés bien, puede que diga algo; si te mandaste un moco, te caga a puteadas; por último, si decís boludeces, te boludea. Es genial.

Ver que hay un famoso que actúa como uno da ganas de salir y decir "¿vieron que no soy un enfermo? Si hasta Nito hace lo mismo". Falacia de la autoridad, sí, pero qué me importa, si este tipo se copa en todas. Es divertidísimo ver cómo cada tanto aparece alguna de las suyas: el tipo hace un show privado en La Plata, un flaco le pregunta "¿qué significa que sea un show privado en La Plata?" y el otro le contesta "significa que es un show privado, o sea, no abierto al público". Cuando dice que estuvo en Chile cuando hubo un temblor y un flaco le dice "eso pasa por ir al país vendepatria" o algo así y el otro lo manda a la puta que lo parió, sin filtro.

Nito, gracias por mostrarnos que aquellos con fama son tan iguales como nosotros.