jueves, 14 de febrero de 2013

No aguanto más

No es de pendejo prepotente; es que no puede ser. El que sabe, sabe; y el que no, es jefe. Al pie de la letra. Las dos personas que se distribuyen el poder de la empresa, son dos personas sin conocimiento de administración. Ok, una estudió, pero se recibió a los sesenta y pico. No jodamos.
No solo eso: no solo no tienen conocimientos de administración, sino que además no saben delegar. El concepto más básico en una estructura es la delegación: que otro haga algo, así vos te ocupás de lo que importa. No. Acá tienen que hacer todo.
Hace más de una semana, con una anticipación envidiable, pedí un certificado de trabajo. Me preguntó qué tenía que decir. Por dios, es un puto certificado, no física cuántica (en eso, mi jefa sabría, porque es física, pero esto es con otra persona). Todavía no tengo el certificado. Mañana vence el plazo para presentarlos. Creo que me voy a inmolar contra el edificio.

jueves, 7 de febrero de 2013

Que alguien me explique dónde le pifié

Mediados de diciembre, 2012.

Yo: M, ya tengo definidas mis vacaciones. ¿Cómo hago para pedir la licencia sin goce de sueldo?
M: No llegaron todavía quienes se encargan de eso, están de vacaciones. Cuando lleguen te aviso. (Ok, están de vacaciones los que regulan las vacaciones. Es fácil así).

Fines de diciembre, 2012.

M: Acá tenés. Hacete una igual, a mano, indicando las fechas.
Yo: Bueno. Ah, y ya definí cómo voy a hacer lo del tiempo completo. Lo hago la semana siguiente a que vuelvo. O sea, del 28 de enero hasta el 1 de febrero. Igual después confirmo.
M: Ok.

Yo: C, al final ya tengo armadas las vacaciones. Me voy el 23, que es domingo, y vuelvo el 23 de enero. El 24 ya estoy acá otra vez. Sobre lo que me dijeron de venir tiempo completo, lo voy a hacer la semana siguiente, pero solamente esa semana, porque después arranco a preparar finales.
C: A ver, lo anoto en este calendario. Vos volvés el 24 acá y estás tiempo completo hasta el otro viernes, ¿no?
Yo: No, vuelvo el jueves, pero recién el lunes hago tiempo completo.
C: Ah, ok. Anoto entonces “Agustín Full” esos días.

Anota en el calendario solamente esa semana.


Jueves, 24 de febrero de 2013.

M: Agustín, cuando tengas definido cómo vas a hacer con lo del tiempo completo, ¿me avisás?
(Yo avisé antes de irme)
Yo: Ya me lo sé ahora. Vengo completo del 28 al 1.
M: Ok. Ahora te cambiamos la ficha.


Lunes, 3 de febrero de 2013. 13:00hs.

Saludo a jefa C y a M, que estaban en el mismo lugar. Me saludan ambas.

Bajo a fichar la salida. La ficha no está. Agarro el teléfono.

M: M (se acostumbra decir el nombre de quien atiende para acelerar trámites. Yo lo hago también)
Yo: Ah, M. ¿Mi ficha puede ser que haya quedado arriba? (obvio que quedó arriba)
M: Ah, sí, puede ser. Llamá y que te la bajen.

Llamo. Me dicen que me la bajan. Espero. No me la bajan. Subo. Justo me la estaban por bajar (como la pizza). Bajo. Me voy.

Martes, 4 de febrero de 2013. 9:30 aprox.

C: Agustín, ¿ayer tenías que hacer algo a la tarde, que te fuiste más temprano?
Yo: Eh… no. Esta semana retomaba el horario habitual.
C: ¿Cómo el horario habitual? ¿No venías estas dos semanas?
Yo: No, no. Era solo la semana anterior.
C: (en tono de reproche) Uh, justo que te estábamos dando más cosas y demás, venís a retomar de nuevo… Bueno, ya está.
Yo: …


12.30
Yo: M, ¿ya arreglaron mi ficha?
M: Sí, sí. Había pensado que venías hasta el 15.

¿Alguien me explica cómo es que se rompió/descompuso el teléfono, cuando no hubo interlocutores entre C, M y yo?

N. del A: los martes me iba 12.30 y los viernes 13.30. Ahora me voy todos los días a las 13.00. Por lo menos, este viernes es mi cumpleaños.

lunes, 4 de febrero de 2013

Los plaseres de la bida

Dicen que no hay sensación más hermosa que el placer en sí. Mi idea, más bakuniana, dice que es más hermoso el placer ajeno en conjunto con el propio.