Por lo tanto, voy a exponer mi postura energética. Sepan que en mi cabeza hay muchas cosas raras, y en lo que respecta a la física soy peor, porque ando con ingeniería, que me quema el bocho.
Miremos la siguiente imagen:

Peor aún, ¿cómo hacés para distinguir entre la mala energía y la buena? ¿cómo hacés para mandarla, recibirla o incluso bloquearla, si no querés recibirla? Dense cuenta: no existe la energía buena ni la mala.
Ahora pasemos a los vudús, una práctica que me parece divertidísima, solamente si estudias diseño de indumentaria, o te gusta dibujar caricaturas.

Todo bien con los indios, hindúes o quien corno haya inventado esto del vudú, pero son unos hijos de puta y unos cagones. Si tenés algún problema con alguien, andá y decíselo de frente, no armes muñequitos baratos y malos para cagar a alguien. Miren a Lorena Bobbit si quieren un ejemplo: la mina le cortó, literalmente, la poronga al marido. Más allá del dolor que me produce decirlo, y siquiera pensarlo, la mina se mandó y trató de hacer justicia por mano (y cuchillo) propia. No le cortó la cara a un muñeco del marido, sino que le cortó el muñeco al marido en la cara, algo mucho más atroz y salvaje, pero honesto.
Pero, como todo en la vida, nunca hay una sola postura, a veces desgraciadamente. Hay mucho boludo dando vueltas, que quiere cagar a alguien a la distancia, incluso sin saber si lo que está haciendo tiene efecto. No es como en la guerra, que quien organiza un ataque no va ni en pedo, pero se entera a la vuelta de lo que pasó. En cambio, para saber si estos muñecos funcionan, tenés que tener contacto con esa persona, directa o indirectamente. Si te cae mal, lo más probable es que sea indirecto el contacto, con lo cual es todavía más cagón el asunto.
Entonces ¿cuál es la forma más eficiente y real de mandar a la mierda a alguien? Simplemente hacerlo, de frente y fuerte, para que vea que realmente lo querés mandar a la mierda. A menos que te cope tener un muñeco en casa, como para decorar ese armario que no limpiás hace año y medio, andá y decile en la cara "sos una mierda, no te soporto". Y entiéndanlo: la energía es única. Puede tomar muchas formas, pero no hay buena ni mala. Si hubiese de esos tipos, los motores andarían como el culo y el auto no arrancaría.