miércoles, 20 de marzo de 2013

Como anillo de cuero al dedo de alambre

Estoy cursando una materia, Organización Industrial III, que es lo más apropiado que me pasó en la vida. No sé si es lo mejor que me pasó, pero sí es algo que no puedo entender cómo todo encastra perfecto.
Hace ya un tiempo vengo pensando en renunciar. A ver si se entiende: en renunciar a trabajar en la empresa que en unos años va a ser literalmente MÍA. Y va a serlo a menos que mi vieja se abra y venda su parte. Y no lo hace porque yo estoy ahí, entre otras cosas.

Razones que me llevaron a pensar en irme al carajo:

- No me dan bola
- No me hablo con la gente de mi piso (ellos ni me saludan cuando llegan, y yo llego antes siempre)
- Me fui del colegio para trabajar en algo relacionado con la carrera, y solamente me la paso haciendo boludeces administrativas
- No veo que esta situación vaya a cambiar en ningún plazo (corto o mediano)

Razones que me hacen quedarme en el laburo:
- Gano bastante más que si fuese pasante
- Me da paja buscar otro laburo, y lo que encontré no me convence

Sorpresivamente, ayer tuve una teórica en la que el mismo profesor nos preguntaba a los que trabajamos (que somos la mayoría) si nos hartamos del laburo después de cierto tiempo (el tipo decía a partir del tercer año más o menos) y sentimos que ya no podemos crecer. “Bueno, eso pasa siempre”. La puta que lo parió.
Se puso a hablar de los problemas de liderazgo, de la desmotivación al empleado, del empuje inicial de cuando arrancamos el laburo (y queremos llevarnos puestos a todos y a todo)… en fin, de todo lo que pasa cuando uno arranca un laburo en un laburo típico, con un jefe típico, etc. Y también habló de lo que hay que hacer para corregir esas cosas. Todo lo que dijo, no solamente era híper lógico, sino que era algo que yo ya me había dado cuenta y había pensado en solucionar de esa manera.
Un capítulo entero de la materia es “empresas familiares”. No me jodan, parece a propósito. Y encima el JTP de mi curso es primo segundo de mi vieja. Sí, lo es. Nos enteramos en la primera clase.
En fin, todo parece apropiado para que esta materia sea lo más provechosa para mí. Tanto para ver y aprender cómo se debería manejar el entorno de mi laburo, como para ver hasta qué punto voy a tener que tolerar cosas, y si lo voy a hacer.
El impacto de esta materia llegó a tal punto, que le dije a mi vieja, cuando volví a mi casa: “a esta materia tendrían que venir algún día C y M, y si querés vos también”.
En resumen, materia que me viene como anillo al dedo.

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