martes, 22 de octubre de 2013

Me dieron ganas de escribirte

Se encontraron a una cuadra del bar. Ninguno llevó el auto, porque ella no tenía ganas, y él no lo podía usar ese día. Además, si querían ir a tomar fuerte, no convenía llevarlo.

Luego del bar, que no consistió en otra cosa que compartir momentos, risas, charlas y todas esas cosas en las que nadie se fija, y que sin embargo resultan fundamentales a la hora de describir y comparar relaciones y sentimientos, decidieron que estaban cansados como para hacer otra cosa que dar por concluida la velada. Ella tenía un sueño atroz, no se podía mantener despierta casi. Él siempre aguantaba un poco más, sobre todo porque en la jornada no había estado a un nivel exigente para sus niveles de actividad excesiva.

Después de meditar, negociar, bromear y alguna que otra caricia, resolvieron que mejor iban a la casa de ella y él seguía viaje después, solo. Tal vez la idea no los convencía a ninguno de los dos, pero ambos sabían que sus estados les impedían tener cualquier tipo de encuentro que requiriera energías. Más que nada, él era el más firme en desistir y llevarla a ella primero, porque lo enternecía verla adormecerse, entrar en ese trance que nos envía más allá de nuestro común poder de autocontrol.

Se subieron un taxi y le indicaron la dirección de la casa de ella. Luego de uno o dos minutos, el momento: ella se abraza a él y comienza a dormitar, y por qué no, a dormir. Es ahí que él descubre su verdadero placer, su éxtasis: prefiere por sobre todas las cosas del mundo que ella duerma sobre su hombro, abrazada a él.

Alguna vez alguien dijo que lo mejor de estar en pareja es dormir juntos. Compartir ese momento, despertarse junto al otro, poder abrazarlo si hubieren pesadillas o cualquier otra excusa, válida o no. Él prefiere verla dormir abrazada a él.

La entrega al sueño es quizás muy peligrosa: especies enteras de animales se turnan para dormir, o duermen con un ojo abierto. No terminan nunca de descansar plenamente, por miedo al peligro inminente. Tan inminente como impredecible. El peligro y la muerte acechando.

Ella se entrega por completo a su hombro. A él. Se despoja de todos los posibles peligros del mundo y se sumerge en su propio submundo, su inconsciente. Entra en ese estado de profunda relajación, tan profundo y eterno como efímero.

Es este el motivo de su fascinación. Ver la completa entrega que se le ofrece, la completa confianza en el momento de mayor debilidad, en el momento en el que ya no podrá hacer nada por oponerse a ningún estímulo o acción, y que en realidad no quiere hacer nada tampoco. Solo quiere sumirse en su propio ser, explorarse sin comprender del todo qué es lo que su mente va creando. Y para sumirse en su propio ser, se refugia en él, otro ser. La entrega completa es su motivo de fascinación.

Por otro lado, la encuentra particularmente hermosa en esos momentos.

lunes, 20 de mayo de 2013

Carta abierta a la...

Contrario a la tendencia más reciente, hoy voy a irme al carajo de nuevo. Hace rato no lo hago. Tengo tantas ganas de irme al carajo, que voy a hacerlo con los temas más jodidos.
Composición. Tema: política.
Sinceramente no puedo entender cómo funciona este país. Mejor dicho: puedo, pero no entiendo cómo nos cabe.
Con los años, la imaginación idealista de todo niño decae ante la triste realidad. Esas fantasías en las que todos éramos felices, las cosas se hacían siempre bien; todo fue decayendo a medida que nosotros mismos fuimos yéndonos al carajo, con la edad y la búsqueda de caminos y alternativas para no hacer tal o cual cosa. Quién nunca dijo, aunque sea jodiendo, en un examen del colegio o la facultad "le tiramos unos mangos a ver si aprobamos". No es necesario haberlo hecho para que yo pueda decir con toda seguridad que estamos corruptos. La sola idea de hacerlo ya muestra una tendencia.
Ahora bien, los temas de la actualidad cada día me asombran más, y a la vez me chupan más un huevo.
Los domingos está Lanata. Cada uno tendrá su opinión del programa, del tipo, etc. Lo que no entiendo es la forma en que se acredita y desacredita al "gordo". Para algunos, es un semi dios que nos revela verdades ocultas a nuestro ser impuro; para otros, es una lacra que le bajan línea de todos lados. Leí en Twitter a una que decía "La onda es así: imagen de fondo con escrito de contrato o declaración jurada borrosa y dos números resaltados en verde: investigación". Por un lado, tiene razón: no se puede decir que todo lo que nos muestren como verdad, sea efectivamente así. Por otro: ¿cómo carajo querés que te lo muestren? El programa no tiene cuatro horas de duración para leerte todos los papeles. Es fácil desconfiar sin leer todo, pero de ahí a decir "a este le bajan línea y pone una pelotudez así nomás diciendo que es algo serio" es demasiado.
Esta es una de las cosas que me asombra y me chupa un huevo terriblemente: desconfiamos de alguien por su supuesta ideología, o porque creemos que manipula las cosas. El tipo te muestra mil datos, testimonios, etc. "Está todo armado".  Y bueno, si cada vez que alguien te diga que pisaste mierda, vos le vas a decir que no tiene razón porque es un boludo, a pesar de que te haya mostrado la mierda que pisaste, la huella de tu zapatilla en la mierda, y te diga que tenés olor a mierda, entonces estamos jodidos.
¿Qué es lo que tenemos ahora? Una sociedad dividida. Pero no solamente dividida por su ideología política: está dividida a tal punto que es imposible cruzarse de bando. Todos estamos cerrados con tantas ganas en nuestro círculo, que gritamos fuerte y pataleamos cuando alguien nos muestra algo del otro lado, tenga razón al mostrarlo o no.
Por último, y para no irme demasiado al carajo, va mi opinión: o Clarín y el gobierno están armando algo para rompernos tanto el culo, que prefieren armar una rivalidad pelotuda para tenernos BIEN distraídos, o los Kirchner leyeron a Maquiavelo y lo aplican al pie de la letra. Esta última opción es más jodida: el Grupo Clarín es algo muy grande y fuerte como para comerse una movida de esas.

¿Por qué estarían armando algo entre ellos?
- Néstor permitió la fusión Cablevisión y Multicanal. O sea, permitió ampliar el monopolio que critican.
- ¿Qué hizo el Grupo Clarín contra la ley de medios? Boludeces. Creó la imagen de una anticonstitucionalidad que nadie entiende, porque nadie leyó (de la plebe, digamos) la ley de punta a punta, y mucho menos sabe algo fuerte de leyes y constitucionalidad de las cosas.
- ¿Qué hizo el gobierno? Creó el 7D. Contra esto, el Grupo Clarín no hizo nada. Esperó tranqui. El 7D le jugó a favor.
- ¿Qué pasó después? No se mencionó nada del tema.
Entonces, la enemistad de los muchachos quedó marcada e inamovible. Cada uno tiene sus soldados, que muestran las cosas que convienen.
Vi un comentario en La Nación (los foristas son mi pasión) que decía que Lanata mostraba lo que le convenía al grupo económico que defiende, mientras que, si los demás no lo muestran, debe ser que estos datos solamente están orientados por los intereses del grupo económico. Mi respuesta:
1) Dejen de decir grupo económico. NO SOMOS CULTOS, somos una manga de giles todos. Las palabras complicadas son para hacernos creer que la tenemos grande, cuando en realidad tenemos un maní quemado.
2) Yo no tengo un maní quemado.
3) Si los demás no muestran nada, es porque TAMBIÉN defienden los intereses de SUS grupos económicos. Es como decir que solamente un equipo juega como le conviene. No: el otro equipo también juega como le conviene. Si le conviene no mostrar, no muestra.

Muerte a la política. La imaginación al poder (?).

lunes, 8 de abril de 2013

Feminismo

Alguna vez hablé (acá) del feminismo como potenciador del machismo. Hoy vamos a hablar del feminismo resentido.
Consideraciones previas:
1) No soy machista. Creo que la igualdad entre el hombre y la mujer es una base de la cual partir.
2) Sé que el mundo es machista.
3) Me rompe las bolas el feminismo
¿Y por qué aclaro esto? Porque el feminismo resentido no entiende la primer hipótesis. Doy por sentado que somos iguales en cuanto a derechos y todo eso. Sí, vivimos en un mundo machista. Sí, me rompe las bolas que seas feminista.
¿Y entonces? Entonces creo que tiene que haber una alternativa. El feminismo se postula como combativo frente al machismo, pero solamente generando bronca. Lo único que desconozco y espero estar equivocado es sobre si el feminismo apoya la forma de comunicarse de nuestra presidente (terminando todo en "os" y "as"), y sobre tildar de machista a cualquier cosa que se realice y que perjudique a una mujer.
Lo que yo creo es que este feminismo resentido no sabe diferenciar a un machista de un simple pelotudo/hijo de puta.
Un tipo que faja a la mujer puede ser machista. Y digo puede, porque tal vez lo hace por alguna razón que escapa al odio hacia su mujer. Tal vez es demasiado pelotudo e hijo de puta; tal vez está haciéndolo porque no sabe reconocer que se odia a sí mismo por alguna razón. Es como cuando te puteás con otro porque tenés un problema vos solo. No te dicen "antiamiguista" por eso. Pero como hay diferencia de género en lo otro, TIENE que ser machismo.

Vamos a un ejemplo concretísimo: odio a Malena Pichot. La odio a ella. No creamos que por eso odio a las mujeres y soy un misógino. Puedo decir que tengo amigas mujeres, eh (ba-dum-tsss).
La odio justamente porque la considero una feminista resentida. Ojo, hay cosas que dice que tiene razón, como cuando puteaba por el Día de la mujer y demás (no festejarlo porque se recuerda cuando fajaron a unas minas que reclamaban igualdad). Pero de ahí a vivir resentida, no, querida, no.
No podés vivir con odio por eso. Sin ir más lejos: yo soy judío, con lo cual podría vivir resentido (y con culpa, tan tradicional en nosotros). Durante muchísimos años (siglos) nos hicieron la vida imposible, e incluso hoy existen ciertos problemas también. Y nadie me va a negar que no existen: existen tanto en este país como afuera.
Pero bien, yo no ando puteando y criticando a todos los que dicen algo: los ignoro. Lo que mata es la indiferencia. No, no digo que si te joden a niveles inaceptables, te cruces de brazos y digas "ya se va a pasar". Pero pará la mano, querida.
El verdadero camino hacia la igualdad es un cambio en la idiosincrasia, en lo colectivo. No por ir puteando a todos te van a dar bola. Así lográs concientizar solamente al que entiende cómo hablás. Promové campañas, buscá llegar a las masas; puteando desde tu casa (o tu teléfono con Twitter), no lográs un carajo. Más aún: lográs el odio de quienes odiás, y hasta podés generar nuevos odios (como yo).
Ojo, yo te odio porque me parecés una pelotuda, no porque seas mujer. En todo caso, decime pelotudo o hijo de puta; nunca machista o misógino.

Momentos Nerd

En un libro que era de mi abuelo, contaban la historia de la matemática (un poco nerd lo mío), pero no desde la idea de los grandes matemáticos solamente, sino la historia de los números en sí. En particular, contaban que había algunas tribus (de no sé dónde) que contaban de la siguiente manera: 0, 1, 2, 3, infinito. Y ahí terminaba.
En álgebra, en la resolución de ecuaciones lineales, se da uno de tres casos:
- El problema no admite solución
- El problema tiene solución única
- El problema tiene infinitas soluciones
Como vemos, acá tenemos menos opciones que los mismísimos indios. Unos evolucionados los matemáticos.
Adónde apunto: habiendo sido encarado más de una vez, puedo decir que me encararon infinitas veces; o sea, soy un ganador de aquellos.
Adónde debería apuntar: me encararon solo dos veces, y una ni siquiera fue tan así.
Aquí se aprecia cómo los matemáticos dibujan la realidad en la que vivimos.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Como anillo de cuero al dedo de alambre

Estoy cursando una materia, Organización Industrial III, que es lo más apropiado que me pasó en la vida. No sé si es lo mejor que me pasó, pero sí es algo que no puedo entender cómo todo encastra perfecto.
Hace ya un tiempo vengo pensando en renunciar. A ver si se entiende: en renunciar a trabajar en la empresa que en unos años va a ser literalmente MÍA. Y va a serlo a menos que mi vieja se abra y venda su parte. Y no lo hace porque yo estoy ahí, entre otras cosas.

Razones que me llevaron a pensar en irme al carajo:

- No me dan bola
- No me hablo con la gente de mi piso (ellos ni me saludan cuando llegan, y yo llego antes siempre)
- Me fui del colegio para trabajar en algo relacionado con la carrera, y solamente me la paso haciendo boludeces administrativas
- No veo que esta situación vaya a cambiar en ningún plazo (corto o mediano)

Razones que me hacen quedarme en el laburo:
- Gano bastante más que si fuese pasante
- Me da paja buscar otro laburo, y lo que encontré no me convence

Sorpresivamente, ayer tuve una teórica en la que el mismo profesor nos preguntaba a los que trabajamos (que somos la mayoría) si nos hartamos del laburo después de cierto tiempo (el tipo decía a partir del tercer año más o menos) y sentimos que ya no podemos crecer. “Bueno, eso pasa siempre”. La puta que lo parió.
Se puso a hablar de los problemas de liderazgo, de la desmotivación al empleado, del empuje inicial de cuando arrancamos el laburo (y queremos llevarnos puestos a todos y a todo)… en fin, de todo lo que pasa cuando uno arranca un laburo en un laburo típico, con un jefe típico, etc. Y también habló de lo que hay que hacer para corregir esas cosas. Todo lo que dijo, no solamente era híper lógico, sino que era algo que yo ya me había dado cuenta y había pensado en solucionar de esa manera.
Un capítulo entero de la materia es “empresas familiares”. No me jodan, parece a propósito. Y encima el JTP de mi curso es primo segundo de mi vieja. Sí, lo es. Nos enteramos en la primera clase.
En fin, todo parece apropiado para que esta materia sea lo más provechosa para mí. Tanto para ver y aprender cómo se debería manejar el entorno de mi laburo, como para ver hasta qué punto voy a tener que tolerar cosas, y si lo voy a hacer.
El impacto de esta materia llegó a tal punto, que le dije a mi vieja, cuando volví a mi casa: “a esta materia tendrían que venir algún día C y M, y si querés vos también”.
En resumen, materia que me viene como anillo al dedo.

viernes, 8 de marzo de 2013

A la mismísima concha de tu hermana

No entiendo nada. Por un lado quisiera creer que hay cosas que son simple consecuencia de la pelotudez, incapacidad e hijadeputez de algunos, pero hay cosas que me superan. Hoy se me acercó K. Me dijo “vení que te enseño algo”. No entendí. Por un lado, quise creer que escuche “vení que te pregunto algo”, que era una frase más lógica; no porque yo sea un no sé qué y ella una no sé cuánto, pero me costaba creer que ella me estuviese por enseñar algo. Me equivoqué.
Me llevó a dos cubículos del mío, ahí donde está el servidor y otra computadora, que yo conozco de memoria su función pero que nunca usé ni pienso usar. Pensaba. Me sentó y me mostró cómo se usa esa máquina del demonio.
La prende (ella. Yo no lo hice por falta de reflejo y paja). Windows 98. Tachame la doble, ya. Hay imágenes que se nos escapan de la mente apenas las vemos, o que en todo caso las queremos echar nosotros. Me dice que el ícono que hay que usar es este. Ok. Lo abro. Ya me la veía venir. Pero el mini diálogo que siguió me dejó pelotudo:
- Te muestro cómo se hacen, porque en algún momento, cuando yo esté muy ocupada, te voy a pedir que lo hagas. Me dijo C que te enseñe para que me ayudes cuando no pueda hacerlo yo.
Primero, esas no fueron las palabras exactas, pero sí los conceptos básicos. Segundo, no me acuerdo. Sigo pelotudo. Tercero, una bronca y petrificación terribles me estaban surgiendo.
Hice todos los pasos que me decía. Me aclaró cosas que yo ya sabía (ajenas a esto en particular), pero no me importaba. Estaba haciendo todo para que se fuera rápido. Todo lo que me enseñó lo podría haber deducido si me sentaba cinco minutos solo ahí. Todo, salvo una cosita, pero que es algo que no hay que tocar porque es así. Esas tautologías me encantan. Me encantan cuando no tengo ganas de agarrar el monitor y tirarlo por la ventana, o por la cabeza de C.

Panorama general, ajeno a esto:
Si la nota que me tienen que dar hoy es un aprobado (y muy probablemente lo sea), tendré prácticamente el 70% de la carrera aprobada. Además, mis pronósticos (y los de cualquiera) dicen que a más tardar en dos años me estoy recibiendo. Dos años. Cuatro cuatrimestres. Nada. Re poquito tiempo.
Si bien es sabido que un recién recibido “no sabe nada”, justamente por esa razón debe ir aprendiendo lo que pueda en otros lugares ajenos a la facultad. El trabajo es un lugar ideal para esto. Ahí se aplican muchas cosas que se aprenden; otras, no, pero es lógico y no importa ahora.

Mi pregunta es, entonces: ¿POR QUÉ CARAJO TENGO QUE IMPRIMIR YO LAS ETIQUETAS SI ESTOY AHÍ NOMÁS DE RECIBIRME Y MUESTRO TENER TODAS LAS GANAS DE HACER COSAS QUE MEJOREN LA TERRIBLEMENTE MALA ADMINISTRACIÓN QUE HAY DE TODO, ADEMÁS DE QUE MIS CONOCIMIENTOS EN CIERTAS ÁREAS NO SOLAMENTE SON MAYORES QUE LAS DE MUCHOS SINO INCLUSO MAYORES QUE LOS PROPIOS JEFES DE CADA UNA DE ESAS ÁREAS? Y HABLO DE ÁREAS QUE INCLUYEN PLANIFICAR, COORDINAR, TENER DETERMINADAS CONDICIONES Y, ENCIMA, ESTUDIAR UNA CARRERA QUE ME PREPARA PARA TODO ESO.

Bueno, mis posibles soluciones son:
1. No hay interés en que yo aprenda o haga nada en absoluto. No existe esa dedicación para el aprendiz que hay en otros lados, por falta de estructura, voluntad, lo que quieran.
2. Como recién renunció T (que, dicho sea de paso, era un tiro al aire y un cero a la izquierda), alguien tiene que cubrir los baches que dejó. ¿Quién lo puede hacer? Alguien que nunca tenga tarea específica asignada. ¿Por qué no tiene nunca una tarea específica asignada? Ver 1.
3. Existe el interés específico de que yo no aprenda nada en absoluto. Una pelea de tolerancias y aguantes. A ver quién se cansa primero: yo, de no hacer nada; o C, de que yo esté CONSTANTEMENTE al pedo. Esto tendría origen en la lucha por el poder en la empresa: soy uno de los futuros dueños y mi vieja no está interesada; nunca lo estuvo. Ella se abriría de la pelea enseguida; yo, no. Te la peleo hasta el final. Por lo menos POR AHORA. Y en ese “por ahora” es donde está mi debilidad. Una de las tantas.
La realidad es que me importa tres carajos cuál sea la razón, pero sí es cierto que me rompe profundamente las pelotas no tener nada para hacer: para eso, me quedo en mi casa.
Mil veces pensé en irme a la mierda, mandar a todos y a cada uno al carajo y hacer la mía. Sinceramente, me retiene el sueldo. Cobro mucho más de lo que podría cobrar en cualquier pasantía, y eso me vale bastante. Me da mucha autonomía. Ojo, no cobro ninguna fortuna, pero las pasantías se pagan miseria. MISERIA. Entonces estoy obligado a aguantar hasta que tenga con qué plantarme de frente, o irme al carajo.
Debatí seriamente la posibilidad de mandar CV’s por ahí para ver qué onda. El surgimiento de un proyecto interesante en el laburo me hizo cancelarlo. TENER QUE IMPRIMIR ETIQUETAS DE MIERDA ME HACE VOLVER A PENSARLO SERIAMENTE. Aunque sea para tener una idea de qué hay afuera.
Creo que en estos días voy a apurar a que se haga el proyecto este nuevo. No puedo seguir así.

jueves, 14 de febrero de 2013

No aguanto más

No es de pendejo prepotente; es que no puede ser. El que sabe, sabe; y el que no, es jefe. Al pie de la letra. Las dos personas que se distribuyen el poder de la empresa, son dos personas sin conocimiento de administración. Ok, una estudió, pero se recibió a los sesenta y pico. No jodamos.
No solo eso: no solo no tienen conocimientos de administración, sino que además no saben delegar. El concepto más básico en una estructura es la delegación: que otro haga algo, así vos te ocupás de lo que importa. No. Acá tienen que hacer todo.
Hace más de una semana, con una anticipación envidiable, pedí un certificado de trabajo. Me preguntó qué tenía que decir. Por dios, es un puto certificado, no física cuántica (en eso, mi jefa sabría, porque es física, pero esto es con otra persona). Todavía no tengo el certificado. Mañana vence el plazo para presentarlos. Creo que me voy a inmolar contra el edificio.

jueves, 7 de febrero de 2013

Que alguien me explique dónde le pifié

Mediados de diciembre, 2012.

Yo: M, ya tengo definidas mis vacaciones. ¿Cómo hago para pedir la licencia sin goce de sueldo?
M: No llegaron todavía quienes se encargan de eso, están de vacaciones. Cuando lleguen te aviso. (Ok, están de vacaciones los que regulan las vacaciones. Es fácil así).

Fines de diciembre, 2012.

M: Acá tenés. Hacete una igual, a mano, indicando las fechas.
Yo: Bueno. Ah, y ya definí cómo voy a hacer lo del tiempo completo. Lo hago la semana siguiente a que vuelvo. O sea, del 28 de enero hasta el 1 de febrero. Igual después confirmo.
M: Ok.

Yo: C, al final ya tengo armadas las vacaciones. Me voy el 23, que es domingo, y vuelvo el 23 de enero. El 24 ya estoy acá otra vez. Sobre lo que me dijeron de venir tiempo completo, lo voy a hacer la semana siguiente, pero solamente esa semana, porque después arranco a preparar finales.
C: A ver, lo anoto en este calendario. Vos volvés el 24 acá y estás tiempo completo hasta el otro viernes, ¿no?
Yo: No, vuelvo el jueves, pero recién el lunes hago tiempo completo.
C: Ah, ok. Anoto entonces “Agustín Full” esos días.

Anota en el calendario solamente esa semana.


Jueves, 24 de febrero de 2013.

M: Agustín, cuando tengas definido cómo vas a hacer con lo del tiempo completo, ¿me avisás?
(Yo avisé antes de irme)
Yo: Ya me lo sé ahora. Vengo completo del 28 al 1.
M: Ok. Ahora te cambiamos la ficha.


Lunes, 3 de febrero de 2013. 13:00hs.

Saludo a jefa C y a M, que estaban en el mismo lugar. Me saludan ambas.

Bajo a fichar la salida. La ficha no está. Agarro el teléfono.

M: M (se acostumbra decir el nombre de quien atiende para acelerar trámites. Yo lo hago también)
Yo: Ah, M. ¿Mi ficha puede ser que haya quedado arriba? (obvio que quedó arriba)
M: Ah, sí, puede ser. Llamá y que te la bajen.

Llamo. Me dicen que me la bajan. Espero. No me la bajan. Subo. Justo me la estaban por bajar (como la pizza). Bajo. Me voy.

Martes, 4 de febrero de 2013. 9:30 aprox.

C: Agustín, ¿ayer tenías que hacer algo a la tarde, que te fuiste más temprano?
Yo: Eh… no. Esta semana retomaba el horario habitual.
C: ¿Cómo el horario habitual? ¿No venías estas dos semanas?
Yo: No, no. Era solo la semana anterior.
C: (en tono de reproche) Uh, justo que te estábamos dando más cosas y demás, venís a retomar de nuevo… Bueno, ya está.
Yo: …


12.30
Yo: M, ¿ya arreglaron mi ficha?
M: Sí, sí. Había pensado que venías hasta el 15.

¿Alguien me explica cómo es que se rompió/descompuso el teléfono, cuando no hubo interlocutores entre C, M y yo?

N. del A: los martes me iba 12.30 y los viernes 13.30. Ahora me voy todos los días a las 13.00. Por lo menos, este viernes es mi cumpleaños.

lunes, 4 de febrero de 2013

Los plaseres de la bida

Dicen que no hay sensación más hermosa que el placer en sí. Mi idea, más bakuniana, dice que es más hermoso el placer ajeno en conjunto con el propio.

lunes, 28 de enero de 2013

Sistema educativo

Inocente, corrés por la pradera. Campos infinitos de flores variadas inundan tu vista, que se regocija. Por detrás de ti asoma un bosque de árboles inmensos. Con curiosidad, te acercás al bosque: un mundo desconocido te cautiva. Criaturas inimaginables te rodean amistosamente. Pronto te hallás rodeado de manadas que juegan incansablemente.
Una mano te toma del brazo; una persona, claramente mayor que vos, te pide que la acompañes. Se trata de una travesía que deben emprender juntos. No entendés por qué: sos feliz allí en el bosque. Nadie te deja preguntar, y luego te meten en un mundo donde las preguntas abundan y las respuestas escasean. Allí radica la maravilla de ese mundo, en la búsqueda.
Creerías que ya estás dispuesto a preguntar y averiguar cuanta cuestión se te atraviese en la mente; no podrías haberte equivocado más. Aun te queda una infinidad de cuestiones que aprender, que ya fueron resueltas por otros. Tu curiosidad mengua, declina.
En un momento determinado, te liberan al bosque. Los animales se te siguen acercando, pero tus ganas de jugar con ellos no es tal y como lo supo ser. Buscás estar solo; tu tristeza te inunda la vida que te rodea. Sin darte tiempo a pensar en nada más, te vuelven a tomar del brazo y te llevan otra vez a ese mundo de cosas ya sabidas.
---
Años después de ir y venir, el bosque ha perdido ese esplendor que supo tener. Tu triste alma no lo notó, entre tantas idas y venidas. Decidiste salir a recorrer el prado otra vez, ahora que te libraron a tu propio azar. Empezaste a avanzar por el mismo en dirección opuesta al bosque, tratando de no mirar atrás. Algunas veces lo hiciste, pero en definitiva avanzaste sin más.
Apenas te diste cuenta, y los colores del verde pasto se fueron degradando; ahora son amarillentos. La tierra, anteriormente debajo, empieza a aparecer en pequeñas acumulaciones aisladas, y al darte cuenta de ello quisiste llorar. ¿Cómo puede ser que hayas ignorado todo lo que te rodeaba, por el simple hecho de que una mano desconocida te llevó, no solamente a un mundo donde las inquietudes estaban todas dominadas, y aquellas que no lo eran estaban simplemente lejos de tu alcance, sino que además no te dejó buscar tus propias inquietudes?
La vanagloriada doctrina a veces ciega y nubla la vista. Es hora de que las manos dejen de llevarnos por la fuerza, para empezar a ir de la mano juntos, ambos explorando el prado y el bosque.

viernes, 25 de enero de 2013

Cambios


“Viajar te cambia la cabeza”; quién no habrá escuchado algo parecido a esto en la antesala de un viaje a realizar. Bueno, yo no fui la excepción. Y es más: esa frase no pudo haber sido más acertada.
Antes de volverme, me puse a hacer un súper repaso para poder intentar resumir el viaje en sí de la manera más compacta posible. Me acordé de un amigo, que cuando hablábamos con otra amiga que estaba planificando su casamiento de acá a uno o dos años y él más o menos también hablaba del propio, cuando yo reaccioné diciendo “pero sos re joven, ¿qué apuro tenés?”, él me dijo “¿qué tiene de malo? Yo ya no necesito nada más; ya las viví todas”. Esa frase me sonó como resumen excelente y perfecto: las viví todas. Las hice todas.
Retomando la frase inicial, se supone que todo viaje implica un crecimiento personal. No solamente puedo decir que así ocurrió, sino que además me di el lujo de poder clasificar mis crecimientos, dividiéndolos según el aspecto que abarcaran. Llegué a esto: el yo turista; el yo persona (en cuanto a vivencias en general y además emociones se refiere); y el yo hombre. Pude brevemente reducir cada experiencia a alguna de estas tres categorías, concluyendo que cada una de las partes creció radicalmente. Conclusión: yo, como sumatoria de las tres partes, crecí una infinidad.
No sé si tiene sentido ponerme a explayar sobre cada una de estas partes, además de porque no sé si me alcance un libro entero para ello, pero cambiaron tanto mi visión como acción en torno a cualquier cosa que me rodee. Por ejemplo: en los últimos años, cada vez que volvía de las vacaciones con mi vieja y mi hermana, me sorprendía de cuán distinto me portaba acá en mi casa de en los viajes. Allá me revolucionaba, era todo lo que no podía ser y hacía todo lo que no podría hacer acá. Eso me traje distinto, o al menos por ahora lo veo así: acá estoy con la misma actitud que allá, siendo esta actitud la que me sorprendía tener afuera. O sea que pude de alguna manera combinar ambas personas, la que vive el día a día con rutina con la que vive el día a día al máximo.
En fin, no sé cuánto sentido tenga todo esto, pero puedo concluir sin lugar a dudas que, tal y como el recital de Mccartney, no puedo afirmar nada por no haber vivido toda mi vida aun, pero este viaje, si no es el mejor de toda mi vida, va a ser al menos uno de los mejores sin dudas.